75 mujeres indígenas del pueblo Wirrárica de Mezquitic se capacitaron en ventas y atención al cliente. Jalisco, México 22 de marzo.- The Trust for the Americas implementó en 2016 el Proyecto VIVE: ven, inspírate y vende, con el objetivo de brindar herramientas a mujeres en alguna condición de vulnerabilidad, después de casi tres años de trabajo, hemos logrado impactar a mujeres que se encuentran en centros de rehabilitación por adicciones, mujeres privadas de su libertad, mujeres víctimas de violencia familiar y algunas comunidades de mujeres indígenas. En esta ocasión, gracias a la alianza con Desarrollo Rural Sustentable LU’UM A.C. el Proyecto VIVE llegó a La Cebolleta y La Laguna, dos comunidades indígenas Wirráricas que se ubican en el Municipio de Mezquitic, en el estado de Jalisco. Durante una semana, “conocí a mujeres que no tienen lo básico para vivir, pero se esfuerzan cada día para conseguirlo”, dicho así por Laura Hernández, vinculadora del Proyecto VIVE y quien viajó por más de 7 horas para llegar a su primer destino: La Cebolleta. La Cebolleta “Luego de llegar a Mezquitic, viajé tres horas más hacia La Cebolleta, recorrimos carreteras entre la Sierra. Cuando llegamos, me impactó ver que las casas tienen distancias largas entre sí. La mayoría son casas de adobe, pequeñas y austeras, aunque algunas de ellas ya cuentan con sistema de captación de agua de lluvia. Eso ha beneficiado a la comunidad porque el ojo de agua se encuentra a una hora de distancia caminando”, mencionó Laura Hernández. La Cebolleta es considerada una localidad de mayor marginación en México, tiene cerca de 180 habitantes, Laura comentó que “algunas casas ya cuentan con corriente eléctrica, usan la leña para cocinar, los pisos son de tierra y los baños son letrinas con una cortina. Es una comunidad en donde los climas son extremos”. Sus principales actividades económicas están basadas en la agricultura y la venta de artesanías, este último, ha abierto puertas importantes al trabajo remunerado de las mujeres, aunque no con la independencia económica esperada. “Es una comunidad con tradiciones arraigadas, algunas muy lindas como el amor a la tierra y los seres vivos, otras no tanto como los matrimonios arreglados. Recuerdo a una chica de 15 años que nos comentó que su abuela ya la había dado en matrimonio, pero ella no se quería casar.” Laura Hernández, vinculadora del Proyecto. Las mujeres de la comunidad aún no hablan español, algunas de ellas lo entienden. Sin embargo, esto no fue barrera para que 45 mujeres Wirráricas (conocidas como huicholes, “una ofensa” expresado por ellas), pudieran capacitarse en temas de ventas, atención al cliente y mercadeo. “Solo las niñas y niños hablan español, las mujeres adultas no lo hablan, pero gracias a LU’UM tuve el apoyo de una traductora que nos ayudó a hacer más comprensible el curso. Fue una experiencia única, porque el día que llegué ya me esperaban, estaban emocionadas y con ganas de aprender lo que yo les enseñaría” dijo la vinculadora del Proyecto VIVE. Laura explicó que gracias al trabajo de LU’UM las mujeres del pueblo Wirrárica tienen mayor autonomía, pero aún “son muy serias. Me contaron que hace 9 años (aproximadamente), si alguien quería hablar con una mujer era necesario que estuviera un hombre de la comunidad o su marido, y ellos contestaban por ellas. Esta vez, fueron ellas las que respondieron a todo y eso me dio mucha alegría”. Luego de tres días en La Cebolleta, Laura viajó por 45 minutos a la comunidad La Laguna. La Laguna “El acceso a La Laguna es más complicado, todo es terracería y voladeros, se ven impactantes. El nombre no hace referencia real al lugar, porque en esta comunidad tampoco hay agua, no existe la laguna. Visité esta comunidad porque había cerca de 30 mujeres que se querían capacitar, pero no había condiciones para que fueran a La Cebolleta”. La Laguna también es considerada una localidad de alta marginación en el municipio de Mezquitic, Jalisco, donde la venta de artesanías juega un papel importante en la economía local. Por ello, los temas impartidos fueron ventas, atención al cliente y mercadeo. “La mayoría de la gente es un poco tosca para realizar sus ventas, no saben cómo tratar a las personas, no se dan cuenta que avientan las cosas o que los modos no son los correctos, por eso tomamos la decisión de llevar esta capacitación” explicó Laura. “Nosotras pensábamos que atendíamos bien”, egresada del Proyecto VIVE Amalia Rodríguez, originaría de La Cebolleta, se dedica a realizar artesanías bordadas como aretes, pulseras y collares. Ella nos comentó que ya habían vendido antes, “nosotras pensábamos que atendíamos bien a las personas que nos compraban, pero en el curso que nos dio Laura sentí que nos faltaban muchas cosas. Me gustó la capacitación, ahora me siento más segura. Sé que sí puedo vender”. Las mujeres de La Cebolleta y La Laguna realizan viajes al centro de Mezquitic a vender sus productos y cuentan con un centro comunitario donde también las exhiben a personas que pasan por el lugar. Desarrollo Rural Sustentable LU’UM A.C, ha logrado que mujeres de estas comunidades salgan a otros estados a vender y promover sus productos. “Ya saben los procesos para poner precio a sus productos, pero les faltaban técnicas de ventas y servicio. Hoy, estas 75 mujeres cuentan con esos conocimientos gracias a la capacitación del Proyecto VIVE”. ¡Regresa pronto, aún faltan más mujeres! “Al término de las capacitaciones, una de las alumnas me dijo ¡regresa pronto, aún faltan más mujeres! Fue una experiencia que tendré en mi corazón, porque me di cuenta que The Trust for the Americas a través de proyectos como VIVE están compensando un poco de lo mucho que les falta a algunas personas”, mencionó Laura Hernández.